Descripción
En la década de 1990, la democracia pareció convertirse en el único régimen político posible. Tres décadas más tarde, la encontramos asediada por los populismos desde adentro y por las autocracias desde afuera. ¿Podrá sobrevivir? Posiblemente sí pero la incógnita reside en las formas que adoptará y en los procesos que la moldearán.
Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad No 282, julio-agosto de 2019, ISSN: 0251-3552,